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Aclaración: Este libro ES UNA UCRONÍA (Subgénero de la ciencia ficción). está basado en varios hechos reales pero desconectados entre si (Y absolutamente TODOS LOS NOMBRES Y PALABRAS DE LA JERGA FUERON CAMBIADOS, por la seguridad de todos los implicados, y para que el que escribe este libro NO VAYA A PRISIÓN). Sólo la genialidad magistral del autor los ha unido en un solo relato coherente. Este libro NO refleja las opiniones personales del autor: solamente pone los diálogos en personajes criminales y malignos, por lo tanto NO es apología ni al fascismo, ni al crimen organizado. NO PROMUEVE LA MALDAD, ni la discriminación a ningún sector mayoritario o minoritario, étnico, religioso, de género, preferencia sexual o de ninguna nacionalidad.
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¡ADVERTENCIA!
Este libro contiene violencia extrema, asesinatos, lenguaje demasiado
explícito, consumo de drogas, y ambiente sumamente hostil
Mientras tanto en la prisión de San Nolasco, Ian alias “Injection” González, nuevo miembro de los Miztalokos 48, fue cómplice del asesinato de un miembro de una pandilla rival: Juan alias “Jumpin” López, miembro de los Torex 10-6. El Jumpin fue apuñalado en el corazón mientras que el Injection lo distraía con una pelea fingida, así que fue llevado por dos semanas al cuarto de castigo y su complicidad fue sumada al tiempo de su condena, dándole un año más.
Sin embargo al salir, ha sido transferido a otra celda, donde en lugar del compañero Pedro Díaz, se encuentran dos compañeros de celda. En cuanto entra, los dos compañeros, alegres como se muestran, le enseñan sus perjas:
“Mira el fuckin´ dinosaur que traemos pintado ese, ¿Cuál es tu perja?”
Pero al ver que no les quiere enseñar, uno lo atrapa por detrás y otro revisa su brazo:
“¡Mira nada más que tenemos mi Chopper! ¡Tenemos a un putito Miztaloko de mierda entre nosotros! Jajajaja pero eso ya lo sabíamos Injection. Ahora tu culo nos pertenece, y se nos antoja patearlo jajajaja…”
Y acto seguido lo someten, lo atan con las sábanas de la litera y lo comienzan a golpear salvajemente…
“¡Pinche puta! Aqui te vamos a hacer hablar. ¿Quién enfierró al Jumpin, culero? ¿Eh? ¡Dinos pinche maricón!... ¿¡Ah no hablas!? ¡Dale otra putiza Hebillas!”
Lo patearon y lo pisotearon en el suelo, parando sólo para pedirle que hable…
“¡Mira wey! Ya hasta nos das lástima. No nos hagas seguir madreándote. Tan fácil es que nos digas un nombre, el que sea, para que te dejemos de seguir pateando ¿Nos vas a decir?”
“¡Nel ni madres!”
Y así siguieron y siguieron, pateándolo y golpeándolo terriblemente, en busca de alguna respuesta concreta, pero lo único que obtuvieron fue: “Si hablo me matan mis brothers…” “Más miedo me da que sepan que canté…” “Pájaro bueno no canta…” “Yo no soy puto” “Váyanse a la verga…”
Entonces se cansaron y se hartaron de golpearlo, así que el Hebillas le dijo:
“Si no vas a hablar, pronto vas a escuchar, vas a ver y vas a sentir. Tú estás aquí entre otras cosas por no ayudar a la justicia Crystalena, del gobierno de Epic pero nosotros te vamos a chingar por no ayudar a la justicia del T-Rex. ¡Prepárate cabrón! ¡Que esto se va a poner bueno! ¡Vas a presenciar el canto de las ranas!”
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Este capítulo es parte del libro: La Caja de los Grillos
(Lo puedes descargar en este enlace)
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SECCIONES a las que pertenece este libro: Literatura.
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