8.- Intuyendo lo peor

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    Aclaración: Este libro ES UNA UCRONÍA (Subgénero de la ciencia ficción). está basado en varios hechos reales pero desconectados entre si (Y absolutamente TODOS LOS NOMBRES Y PALABRAS DE LA JERGA FUERON CAMBIADOS, por la seguridad de todos los implicados, y para que el que escribe este libro NO VAYA A PRISIÓN). Sólo la genialidad magistral del autor los ha unido en un solo relato coherente. Este libro NO refleja las opiniones personales del autor: solamente pone los diálogos en personajes criminales y malignos, por lo tanto NO es apología ni al fascismo, ni al crimen organizado. NO PROMUEVE LA MALDAD, ni la discriminación a ningún sector mayoritario o minoritario, étnico, religioso, de género, preferencia sexual o de ninguna nacionalidad. 

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¡ADVERTENCIA! Este libro contiene violencia extrema, asesinatos, lenguaje demasiado explícito, consumo de drogas, y ambiente sumamente hostil

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    Johnny caminaba a casa de tía Cely tratando de tranquilizarse. Un día antes le habló el Puzzle para decirle que algo pasó en el parque de la Toledo, así que corrió hasta allá temiendo lo peor. Supuso que habían matado al Injection cuando trataba de vender merca. Cuando llegó y vio todo un revuelo, preguntó a los homies de la calle, y le dijeron que el CMI hizo una redada y arrestó a un camel. En cuanto Johnny el Reli vio al Puzzle en el lugar, fue con él para que se reunieran en otro lugar, lejos de la zona caliente.

 

    En el camino el Puzzle le confirmó que el arrestado era su amigo el Injection, pero que nada más había pasado: que valientemente no arriesgó a otros homies, pero que si se atrevía a cantar, ya habían otros soldados que traían en la mira a su familia, a Doña Rocío y a su hermana Karen. El Reliable habló largo y tendido en defensa de su amigo, abogó por el para que sólo tomaran acciones si la chota se ponía a investigar al Puzzle directamente, o aún al Reliable… 

 

    “Si confías en que me tengo bien ganado mi nombre de Reliable, entonces confías en que el Inje va a aguantar la jaula sin decir nada el cabrón: es buen camarada ¡Y es como mi brother homs! ¿Lo entiendes?...”

 

    Así luego sacaron algo de pisto, para platicar, porque aún el Reliable quería terminar de ganarse la confianza del Puzzle en favor de su amigo enjaulado, por lo que le habló desde su otro móvil a su tía diciéndole que se iba a quedar en casa de un amigo suyo.

 

    Así que durante la noche el Puzzle llamó a unas putas para alegrarse la noche, mientras el Reli compró la protección, y se la pasaron toda la noche divirtiéndose con las putas y pisteando tranquilamente también. Al despertar en la tarde, más aliviado de la preocupación, comió en casa del Puzzle, y luego se dispuso a llegar a casa de tía Cely.

 

 

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    Sin embargo aun así una sensación de desasosiego persistió en él, aunque se lo atribuyó al hecho de saber que el Inje a estas horas probablemente esté siendo interrogado por la chota: ¡¿Y si canta names?! ¡¿Y si se atreve a cantar el nombre del Puzzle o –peor aún- el suyo?! Y así llegó a casa de su tía, quien lo recibió algo seria, no enojada, con una expresión nada habitual:

 

    “¿Qué pasa tía Cely?¿Anda muy molesta conmigo?”

 

    “¡Tú sabes lo que haces cabrón! Pero no sé qué me pasa, siento como una aprehensión en el pecho, algo me preocupa pero no sé por qué…”

 

    “Si es por Kimberly no se preocupe tía, recuerde que los lunes se queda hasta tarde en la factoría, así que todavía no es hora de que llegue a casa…”

 

    Sin embargo, entre más pasaron y pasaron las horas, y al ver que Kimmy no llegaba, la preocupación creció demasiado en su madre, e hizo mella en Johnny. La preocupación se volvió angustia a las 9:30 pm, y la angustia se volvió miedo terrible y sensación de irrealidad una hora después. Por eso Doña Cely llamo a todas las amigas de su hija, a todos los conocidos, así como a los teléfonos disponibles de la factoría, pero en esa fábrica nadie contestaba… es natural: no hay gente en las oficinas fuera de las horas de trabajo.

 

    Así que el Reli le llamó a un amigo para llevarlo hasta la factoría a preguntar por Kim, pues su amigo también conoce a la chica. No pudiendo esperar su mamá, tomó un Uber en dirección a SIM2PCS, donde dió con los guardias, pero estos no le supieron dar señas de la chica, ni le dijeron ver nada inusual cuando salieron todos los empleados. Finalmente llamó a la policía para reportar a su hija como desaparecida, mientras que comenzó a llorar desconsoladamente en brazos de su sobrino, quien casi llora por el miedo a perder a su prima, que es como su hermana: ambos están intuyendo lo peor… 

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Este capítulo es parte del libro: La Caja de los Grillos

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