¿Qué es o que
era un Califa? Básicamente un Califa es un sucesor de Mahoma, el Profeta del
Islam, la religión de los Musulmanes. Pero dejemos que los mismos Musulmanes
nos cuenten la historia de su Profeta, o al menos, su versión de los hechos.
Según el Islam
Mahoma nació alrededor del año 670 d.C. en la ciudad de La Meca. Pertenecía a
una tribu llamada Quraysh. El padre de Mahoma murió cuando él era muy pequeño,
así que su tío se encargó de su cuidado y educación.
Cuando llegó a
la joven adultez, Mahoma se dedicó a conducir caravanas, por lo que fue
contratado por una viuda rica llamada Jadiya, la cual se casó con él, y de este
modo la situación económica de este árabe se volvió más cómoda, por lo que pudo
dedicarse más a la reflexión.
En sus viajes
con las caravanas, Mahoma visitó Siria y Mesopotamia, y en ellas tuvo contactos
con muchos Cristianos y Judíos que hablaban Árabe, conociendo sus doctrinas,
las cuales contrastó con las creencias paganas de los Árabes de la Meca: así
comenzó a ver algo malo en aquellas religiones idólatras de los Árabes.
No sabiendo
cual creencia o religión era la verdad, Mahoma tuvo una especie de angustia
religiosa, por lo que se retiró a meditar en el monte Hira, y allí, según la
versión islámica de los hechos, se le apareció el Arcángel Gabriel, que le
anunciaba un mensaje de parte de El Dios, cuyo nombre en árabe se dice
“Al-Ilah” y su forma corta es “Allah”.
El mensaje que
Allah le mandó a Mahoma fue el de predicarle a la gente el regreso al
sometimiento a la autoridad Divina (sometimiento o sumisión en árabe se dice
Islam), por lo que los que se entreguen a esa sumisión a Dios serán llamados
musulmanes, palabra derivada del árabe que significa “Los entregados (A Allah o
Dios).
La religión del
Islam, el mensaje de Allah, está estructurado básicamente en los llamados “5
pilares del Islam” que son:
1.- Profesar que sólo hay un Dios y que Mahoma es su
profeta.
2.- Hacer oración 5 veces al día.
3.- Dar limosna.
4.- Ayunar en el mes lunar del Ramadán.
5.- Peregrinar por lo menos una vez en la vida a la Meca.
Cuando Mahoma trató de predicar el Islam,
sólo algunos familiares se convirtieron, entre ellos su primo (y también yerno)
Alí, pero mientras sucedía la conversión, los paganos comenzaron a presionar al
Profeta para que abandonase aquellas ideas.
Lo presionaban
más que nada, porque Mahoma se solidarizaba con los esclavos y con las clases
más desprotegidas, por lo que las amenazas de violencia y muerte por parte de
los idólatras contra aquellos primeros musulmanes hicieron que los seguidores
de aquel Profeta huyeran hacia Etiopía, mientras que él salió de La Meca, pues
su fama de hombre sabio y prudente se difundió hasta la ciudad de Medina, donde
2 tribus peleaban disputaban entre si y necesitaban un árbitro que conciliase
los interese de ambas.
De esto modo el
Profeta llegó a Medina, donde también se establecieron sus seguidores, y allí
se dedicó a arbitrar cualquier conflicto entre las tribus, por lo que su
prestigio y legitimidad aumentaron, junto con su nueva religión, que fue
descrita como “la versión pura del monoteísmo, sin tergiversaciones del
Judaísmo o el Cristianismo, la religión que inclusive proclamaron Moisés y
Jesús”.
Sin embargo los
habitantes paganos de la Meca le hicieron la guerra a Medina, y esta, además de
defenderse, fue sometiéndose cada vez más al Profeta y a la nueva religión,
hasta que se impuso un auténtico gobierno Islámico en Medina.
La guerra al
final la ganó Medina, por lo que el Islam se impuso en ambas ciudades, luego en
la región a la que pertenecían (El Hiyaz) y por último las fuerzas musulmanas
dominaron y unificaron Arabia, península que nunca antes había sido unificada
bajo un solo gobierno.
Al final de su
vida, Mahoma se había convertido prácticamente en el gobernador de una
península gigantesca, nunca antes unificada, por lo que aquellas tribus
unificadas se convirtieron en un gran ejército listo para enfrentarse con los
Reinos e Imperios vecinos.
Con la muerte
de Mahoma, los musulmanes eligieron por mayoría a Abu Bakr, el anciano suegro
de Mahoma como su sucesor al frente de la naciente comunidad islámica. Fue
llamado Califa, que significa precísamente sucesor, por lo que todos los
sucesores al frente de la comunidad fueron llamados Califas. Así pues, el
mártir próximo a la muerte, ha llamado traidor a un Califa, a un sucesor de
Mahoma.
Sin embargo,
antes de la elección, Alí había creído que él sería designado, pues parecía que
Mahoma manifestara cierta preferencia por su primo y yerno, pero se resignó.
Muchos que habrían deseado su elección se sintieron decepcionados, pero por el
momento no manifestaron su inconformidad, pues tan pronto como supieron la
muerte del profeta, las tribus no islámicas se rebelaron contra el dominio
musulmán sobre ellos.
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Este capítulo es parte del libro: Cultura, cultivos y jardines.
(Lo puedes descargar en este enlace)
Si aún no lo haz leído, aquí está el INICIO DEL LIBRO
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