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Aclaración: Este libro ES UNA UCRONÍA (Subgénero de la ciencia ficción). está basado en varios hechos reales pero desconectados entre si (Y absolutamente TODOS LOS NOMBRES Y PALABRAS DE LA JERGA FUERON CAMBIADOS, por la seguridad de todos los implicados, y para que el que escribe este libro NO VAYA A PRISIÓN). Sólo la genialidad magistral del autor los ha unido en un solo relato coherente. Este libro NO refleja las opiniones personales del autor: solamente pone los diálogos en personajes criminales y malignos, por lo tanto NO es apología ni al fascismo, ni al crimen organizado. NO PROMUEVE LA MALDAD, ni la discriminación a ningún sector mayoritario o minoritario, étnico, religioso, de género, preferencia sexual o de ninguna nacionalidad.
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¡ADVERTENCIA!
Este libro contiene violencia extrema, asesinatos, lenguaje demasiado
explícito, consumo de drogas, y ambiente sumamente hostil
Ese mismo día, después del triunfo de los Phalanx de Mieza, Ian fue a la Rootbog para estar bien situado en las canchas de Basketball, pues le urgía vender toda la mercancía que le dieron, ya que lo último que querría es meterse en problemas con el Puzzle, así que planeó tenerlo todo vendido para el Jueves, y quedarse con un buen de dinero que darle a su hermana Karen.
Por ello andaría un rato movido en ese negocio con el propósito de juntar el suficiente dinero con el que tranquilizar a su hermana y a su familia durante el embarazo de Karen.
Estando parado junto a esas canchas, se puso en la esquina opuesta de donde se solía parar el anterior camel, pues no quería que le pasara lo que a aquel, que fue baleado por los negros de la 33. Estando allí, uno de los que jugaban Basketball se acercó y le dijo:
“¡Hey dude! ¿Cómo te dicen a ti?”
“A mí me dicen el Injection”
“Ok: pásame un paquete de Homana…”
En cuanto hizo su primera venta, el comprador le dijo:
“No te preocupes Injection, te vamos a estar cuidando los homies del barrio, los que estamos tirando bola y algunos de los que están en las gradas. Ningún simio se va a acercar porque lo llenamos de plomo. Chido wey.”
Así que con eso trató de estar un poco más tranquilo Ian, pero ¿Cómo podría estar tranquilo sabiendo que los que lo cuidan son criminales? Así es, Ian aún se sentía diferente a ellos, con todo y que estuviera cometiendo delitos confederales. Por ello, este delincuente que todavía se sentía “honrado” estuvo vendiendo durante la tarde paquetes de Homana, Cacoína y hasta algunos paquetes de Crystal.
“¡Hey homie! ¿Traes algo de Cacoína?”
“¡Simón ese! Traigo de todo aquí…”
“Entonces déjame te paso la scrill…”
Y diciendo eso sacó una 9 milímetros apuntándole...
“CMI, no intentes nada…”
En ese momento el Injection titubeó sin atreverse a gritarles a los homies que cuidaban el parque, durante unos cuantos segundos, y luego escuchó:
“¡CMI! ¡Arriba las manos! ¡No estamos jugando!”
Viendo como dos tipos le apuntaban a él y 4 tipos se situaban a las espaldas de ellos blandiendo sus armas pero sin apuntarlas hacia ningún blanco fijo.
El Injection estuvo a punto de pedir ayuda, pero al encontrarse con la mirada muy abierta del que le dijo que lo cuidaría, lo pensó un poco más, y mientras era sometido cayó en la cuenta de que si algo más hubiera pasado nuevamente habría corrido sangre en aquel parque: y tal vez parte de esa sangre habría sido la suya…
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Este capítulo es parte del libro: La Caja de los Grillos
(Lo puedes descargar en este enlace)
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SECCIONES a las que pertenece este libro: Literatura.
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