Por lo tanto
Abanamaqfar plantea que la ética se debe vivir de un modo íntegro, donde cada
persona de honor debe vivir integrado y con una identidad ética. Todo esto
suena muy bonito, pero: ¿Integrado a qué? Pues a la cultura.
¿Qué es pues la
cultura? La cultura es una palabra latina, cuyo origen del concepto parece
evidente: relativo a cultivar. Sin embargo, lo que ahora entendemos por cultura
lo definían los pueblos clásicos con otras palabras, por ejemplo los Hebreos
antiguos la llamaban Yada, es decir “Saber”. Los Helenos clásicos tenían un
concepto similar llamado Paideia, que significa “crianza”, mientras que los
Romanos Latin-hablantes la llamaban Humanitas, las “Humanidades” o disciplinas
que toda persona debe practicar si quiere llegar a ser un ser humano pleno
(aquí esta parte de la clave).
El sabio Abanamaqfar
dice de la cultura que es: “todo lo útil y provechoso para la vida y para el
ser humano.” Además podemos agregar que la cultura es lo que hace un grupo
específico de personas para sobrevivir mientras se adaptan al medio ambiente en
el que están situados. Continúa el sabio (con nuestra paráfrasis) diciendo:
“El campesino que
siembra, riega lo sembrado, cuida la tierra, y del proceso de la planta en
cuestión se dan los frutos, que es en donde la mayoría se fija y piensa cuando
está en un mercado. Sin embargo la raíz y el tallo (tronco) de una planta o
árbol son más importantes para la vida del mismo. Los frutos son las obras artísticas, es decir: Los productos culturales,
mientras que la semilla del fruto es el gusto del espectador por aprender sobre
aquella corriente artística. Luego el espectador pasa a ser un simpatizante de
esa corriente que buscará más obras artísticas, y de ahí se interesará por
conocer las actividades artísticas que están detrás. Lo que sigue es que se
interese por oficios extra-artísticos, pues sin el buen hacer de los trabajos y
el empleo, no se consigue la disposición, el tiempo y los recursos necesarios
para desarrollar el arte.
Por último es que se interese por las actividades básicas, que son las que proveen de recursos, salud y protección a un grupo de personas, y si logra al menos valorar en su justa medida la tremenda importancia de estas actividades básicas: se puede hablar de alguien culto, pues la semilla del gusto por una obra artística ha germinado en el mismo (la tierra fértil).”
En el libro árabe de Abanamaqfar, el libro del comportamiento, la palabra árabe para cultura que utiliza es “Maísha”, es decir: “Buen vivir”, pero llama la atención la palabra derivada del Pahlab que aparece en el libro mayor del Fárax, la cual es “Firudafar” que significa “La esencia de los jardines” ¿Porque utilizó esa palabra?
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Este capítulo es parte del libro: Cultura, cultivos y jardines.
(Lo puedes descargar en este enlace)
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Creo que quería resaltar la importancia de la agricultura sobre la que se sostiene la supervivencia de un pueblo. Incluso nuestra civilización industrializada sigue siendo en gran medida agrícola, sólo hay que salir un poco de la capital para ver los campos de trigo, maíz, arroz, quinua, caballos, vacas, ovejas, etc. Y es que de la alimentación depende todo lo demás.
ResponderEliminarNatura y cultura...que locura jeje me declaro una persona humanitas por ser un gran ser humano, soy de una tierra en donde la siembra es primordial por mensionar entre los principales están la fresa, arveja, frijol etc. en mi cultura, esto me ha permitido aprender y ver el proceso de siembra y lo mejor de poder realizar el supermercado como le digo yo gratis!!! De tener un pedazo de tierra donde puedes cultivar los mejores frutos y verduras con el esfuerzo
ResponderEliminarde muchos que trabajan bajo el sol para luego tener que comer es una bendición, Abanamaqfar tiene mucha razón.