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Si existe una
banda que se adelantó más a su época que Velvet Underground, fue precisamente “Los
Saicos”, banda Peruana que en la primera mitad de los años 60´s lanzó su
vanguardia en torno a la energía, la rabia, el anarquismo espontáneo y
apolítico, algo de humor y la garrosa voz de Erwin Flores.
Su gran mérito
reside en que al combinar todo esto, básicamente hicieron música Punk (o
proto-Punk) ¡10 años antes de que oficialmente “naciera”! Por lo que al
valorarse suficientemente este mérito es que se entiende porque le doy el Rank
23° como mejor banda, aunque quizás podría ponerla en empate con Velvet
Underground, pero esto de los empates lo dejaré para después.
Corrían los
tempranos años 60´s en el Perú del Intercomandato, llamado también, formalidad
democrática o reformismo civil moderado: esta fue una época intermedia entre
dos gobiernos de tipo militaristas: el “ochenio” de la junta militar, presidido
por el General Manuel Arturo Odría, y la revolución Armada del General Juan
Velasco Alvarado.
En esta época
intermedia la economía Peruana creció a un ritmo regular, sin embargo ese
crecimiento al parecer alentó la migración masiva a las ciudades, resultando en
que el crecimiento económico no pudo dar abasto a una más que creciente demanda
de empleo y servicios por parte de la población: demanda que no se podía
satisfacer ni en corto tiempo ni fácilmente.
Por ello la
inconformidad fue preparando estallidos sociales en varias regiones del país, y
fue también preparando el terreno para el golpe militar del general Velasco en
el mundialmente célebre año de 1968.
Las generaciones
juveniles de aquellos años formaban parte de un fenómeno colateral en
Latinoamérica y en varias partes de Europa: pues fueron características en su
consideración de “lo propio, lo nacional, lo folclórico” como “anticuado,
conservador, aburrido” y comenzaban a ver a los géneros extranjeros, como el
Rock & Roll como un escaparate y un vocero de su irreverencia y pretendida
rebeldía.
Es pues en esos
años que en Perú parecían prometedores al inicio (pero al final casi se
convirtieron en una pesadilla), dentro del distrito urbano Lince, en la
provincia de Lima, donde Pancho Guevara y César Augusto Castrillón alias “Papi”
se conocieron: eran de aquellas generaciones casi pioneras en aquel tiempo en
tomar la irreverencia como signo distintivo frente a los mayores.
Estos dos
amigos se unieron en 1960 a un proyecto de banda Rockanrolera de un Dj llamado
Sergio Vergara. A esta primera banda la llamaron “Los cometas”. Un año después
conocieron a Erwin flores de quien se hicieron muy amigos.
A esta amistad
se les unió un amigo de “Papi” Castrillón, llamado Rolando Carpio alias “El Chino”
por lo que Papi, El Chino, Pancho Guevara y Erwin Flores se volvieron un cuarteto
de fanáticos del Rock. Sin embargo durante los siguientes tres años Erwin
estuvo estudiando fuera el país, estuvo estudiando economía, pero con la idea
cada vez más constante de hacer una banda, por lo que en 1964 regresó a Lince
con sus amigos. Pero no volvió sólo: regresó con una guitarra eléctrica y con
la decisión de formar una banda.
Así convenció a
los dos excometas: Papi Castrillón, Pancho Guevara, y junto al Chino Carpio, el
cuarteto de Lince quedó completo, con Pancho Guevara (1946-2015) en la batería,
Papi Castrillón en el bajo así como haciendo segunda voz, Rolando el Chino
Carpio (1950-2005) en la guitarra melódica y Erwin Flores como vocalista y
tocando la guitarra rítmica. No obstante les faltaba un nombre ¿Cómo se
llamarían?
Erwin propuso
el nombre de “Los sádicos”, sin embargo el resto de miembros notó, que si bien,
era buena idea, se podía mejorar más ¿Y cómo no? Pues una película de terror
que había causado un impacto mundial, poseía un inquietante nombre: estamos
hablando del clásico de Alfred Hitchcock “Psycho”. De esta forma es que optaron
por remontar la ola del furor de aquella película, algo así como si en el 2009
surgiera una banda llamándose “Why so serious?” (Aprovechando el furor del
joker/guasón de la película “El caballero de la noche”), sólo que este cuarteto
no se llamó literálmente “Psycho”, sólo su pronunciación en español (Saico)
combinada con la idea de “Sádicos”, y así, al quitarle la letra “d”, es que
quedó el legendario nombre de “Saicos”.
Al mismo tiempo
que se habían decidido por el nombre de Saicos, y que probablemente ya habían
sacado algunos covers, también ya estaban en el proceso de componer sus propias
canciones, así que pronto concretaron dos canciones, en inglés, como se
estilaba en aquel tiempo (y aún ahora) de colonización cultural, por lo que
esas dos canciones, las dos primeras del cuarteto de Lince, fueron “Lonely star”
y “Come on”.
Lonely star: esta
canción está basada en una especie de fuga lenta tocada en la guitarra y
acompañada de un ritmo de Surf Rock. Sobre esta estructura Papi Castrillón
junto con Erwin Flores cantaron a dueto esta “muy mal pronunciada” canción en
inglés.
Hay que tomar
en cuenta que es una de sus primeras canciones, por lo que todavía no definían
su estilo propio y profundamente seminal.
Sin embargo a
partir de allí se decidieron a no componer más canciones en inglés, ni se “complicaron
la vida” tratando de sacar covers versionados en español: se concentraron en
componer, y en español para variar.
Después de dar
ese paso, decidieron tampoco batallar con la inclusión de “detalles bonitos” en
los arreglos musicales ¡No señor! A partir de allí la música de los Saicos iba
a consistir en temas sencillos, directos, pero profundamente energéticos y
rabiosos: temas como Demolición.
Uno de sus
temas más emblemáticos abre con un buen redoble de tombs, y un guitarreo muy
playero. Entonces surge cómicamente una vocalización y una letra improvisada: “¡TA
TA TA TA TA TA TA TA! ¡YA YA YA YA! ¡Echemos abajo la estación del tren! ¡Echemos
abajo la estación del tren! ¡Echemos abajo la estación del tren! ¡Echemos abajo
la estación del tren! ¡Demoler! ¡Demoler! ¡Demoler! ¡Demoler! ¡Echemos abajo la
estación del tren! ¡Demoler! ¡Demoler la estación del tren!” y es así, con
estas estrofas idiotas y tontorronas, pero cargadas de rabia visceral y diversión,
es así como surge el primer proto-punk de la historia. La canción prosigue con
unas pequeñas figuras de guitarra, alternando dos notas por acorde, con la
típica estructura bluesera en el acompañamiento.
Aún no se
terminaba de componer esta canción, cuando los Saicos ya se presentaban en
1964, en un bar dentro del centro histórico de Lima. Luego de esa presentación,
fueron invitados a participar en un festival llamado Cacodispe, festival
organizado en el antiguo cine Tauro.
A este festival
asistió una cazatalentos llamada Rebeca Llave, quien en ese entonces trabajaba
para la disquera Dis-Perú, quien al ver a los cómicos muchachos en el
escenario, transmitiendo carisma ingenuo y energía, descubrió que tenían
potencial para cosas más grandes, así que los llevó a la televisión, al Canal 9
donde tuvieron un espacio en el programa de Guido Monteverde. Allí tocaron su
canción de “Come on” obteniendo los ansiados “15 minutos de fama”, los
primeros.
A partir de esa
presentación, los productores televisivos vieron a una nueva banda “de relleno”
para los programas de variedades musicales, así que los invitaron a participar
de vez en cuando en los programas de “Escalera al triunfo” conducido por
Augusto Ferrando, “Cancioncisima” del gran Pablo de Madalengoitia y “El Hit de
La Una” con el célebre e inmortal: “El Cholo” Fidel Ramírez Lazo.
Sin embargo,
con cada aparición, los Saicos se mostraban cada vez más rabiosos y
energizados, y cuando presentaron la canción “Demolición” demolieron también cualquier
barrera auditiva para los que todavía eran reacios a su furia, a su energía, en
fin… a su magia, y es así como se convirtió en su éxito más grande. Fue a
partir de allí que los ejecutivos del Canal 9 decidieron darles su propio
segmento de programación, en un show llamado “El show de los Saicos”.
Habiendo
cruzado ya el umbral fronterizo entre la fama y el anonimato, estaban listos
para grabar su música, por lo que grabaron hasta 6 sencillos con Dis-Perú en
los estudios de Sono Radio.
A estas alturas
los Saicos estaban a punto de convertirse en estrellas no sólo de Perú, sino de
Sudamérica, ya que de seguir así, podrían haber grabado su primer álbum en 1966
y posiblemente habrían girado por Argentina. En ese sentido, y aún sin tener ni
un álbum, habían logrado cosechar mucho más éxito que sus homólogos gringos de Velvet
Underground, con todo y los 5 álbumes que grabaron y a duras penas sacaron
adelante.
Es entonces cuando
tomaron una decisión más que equivocada, pues abandonaron Dis-Perú, la casa que
los había proyectado hacia la fama, y fueron a la casa discográfica llamada “El
Virrey”, donde no se pudo concretar nada seguro. Pasaron las fechas planeadas
para grabar cualquier cosa, pero los productores e ingenieros de esa disquera
estaban más ocupados con otras bandas.
Cesar
Castrillón fue el primero en advertir que la mala decisión podría llevar a
pique a la banda entera, y aunque podrían haberse esforzado y remontar, decidió
salirse del barco antes de que se hundiera, para hacer algo “Más seguro” con su
carrera, por lo que abandonó la banda.
Una vez que se
salió, el Chino Carpio decidió secundarlo, para dedicarse a la ingeniería electrónica,
carrera que acababa de terminar. Es así como quedó separada por primera vez la
primer banda de culto de Perú, pues Erwin Flores y Pancho Guevara no podían
hacer otra cosa, más que terminar su último sencillo, y colgar a la banda en un
gancho, a la espera de otra oportunidad.
Durante el 67 y
el célebre 1968 (Cuando el general Velasco dirigió el golpe de Estado), Erwin
Flores estuvo reclutando músicos para intentar reflotar a la banda, logrando
captar a Jorge Blondet para la batería y a Alex Rodríguez alias “El Diablo”
para la primera guitarra: entonces se reunió con Pancho Guevara, y sacaron en
el sexual año de 1969 un sencillo formado por dos nuevas canciones: “El
mercenario”, y “Un poquito de pena”. Dicho sencillo fue registrado bajo el nombre
de Los Saicos, por lo que se le considera un intento de regreso (http://columnabeat.blogspot.mx/2013/09/los-saicos-69.html
). Sin embargo la escasa promoción del regreso de Los Saicos, ocasionó que esta
vez Erwin fuera el primero en colgar su micrófono y su guitarra, yéndose a
Estados Unidos para estudiar Física, donde llegó inclusive a trabajar para la
NASA. Antes de irse, dejó como registro oficial aquellas canciones de “El
Mercenario” y “Un poquito de Pena” bajo su nombre.
Y así pasaron
30 años de un anonimato cada vez más frío, hasta que un inmigrante en Europa,
un ciudadano Peruano en España, un héroe anónimo (voz de Bane), se llevó su
single “Demolición” al país donde buscaba nuevas oportunidades, donde quizás
conoció a otro “héroe anónimo” Español, quizás un amigo aficionado al punk, al
que le enseñó aquella grabación que decía “Demoler, demoler, la estación del
tren…”
Punketo
Español: “¡Esa canción sí que mola! ¿En que año la han grabao? ¿78?¿77?”
Migrante
Peruano: “Aquí dice que es de 1965”
“¿MIL
NOVECIENTOS SESENTAYCINCO? ¡No puedo creerlo! ¿Cómo puede una banda sonar así
si no se ha inspirao en The Ramones o Sex Pistols?”
Migrante: “Yo
no sé cómo, pero mira, aquí está la fecha de la grabación…”
Español: “¡Entonces
prácticamente estos cabrones se han adelantado en 10 años a todo el Punk! Esto
lo tiene que saber mi amigo de Electro-Harmonix”
Entonces el
material se dio a conocer en esa disquera, la cual sacó a la venta un álbum con
los seis sencillos, un disco no oficial llamado “Wild Teen Punk From Peru 1965”
irónicamente el primer álbum de los Saicos, del cual ellos no se habían
enterado… todavía.
Cuando los
punkies de la península ibérica se dieron cuenta, esta banda Peruana se
convirtió en una leyenda del género, en la gran banda de culto del género
anarquista por excelencia, la cual tocaba sus propias canciones y lo hacía en
Español, cosa que a muchas bandas locales actuales, con nula trascendencia (pero
mucho “malinchismo”) les hace falta.
Los rumores
crecieron durante los próximos 3 años, hasta que la revista “Sótano beat” se
lanzó a buscar a los exmiembros originales del cuarteto de Lince, dando primero
con El Chino Carpio a quien entrevistaron. Poco tiempo después el Chino Carpio
se comunicó con sus excompañeros, que contactaron a la revista Sótano beat para
disiparles sus dudas.
El excuarteto
de Lince se sondeó “a sí mismo” para ver que podrían hacer: ya todos eran gente
mayor, con sus propias familias, trabajos, ocupaciones, responsabilidades, en
fin, “una vida hecha”, y si tenían la intención de reunirse, no podrían hacerlo
de inmediato por las circunstancias que acabo de mencionar. Sin embargo estaban
en pláticas para concretar una reunión.
Lamentablemente
antes de que pudieran concretar algo, falleció Rolando “El Chino” Carpio…
Así que fue
hasta el año 2010 cuando los tres sobrevivientes se reunieron junto a dos
músicos más: otro “Chino”, en este caso Burga, y Carlos Vidal, ambos de la
banda limeña “La Ira de Dios”, para encarnar una vez más a la primer banda
proto-punk de la historia, la primer banda de culto Peruana, y según la revista
QUID y un servidor: la banda número 23 de las mejores de toda la historia, no
por su constancia (nula), ni por su calidad instrumental (nulísima), sino por
su energía, su rabia y el vanguardismo que representaron para todo un género
que llegó para sacudir al Rock, recordándole siempre y constantemente sus raíces
directas: el Punk.
Después de
realizar varias presentaciones, el director Héctor Chávez tuvo la visión de
plasmar la trayectoria de los Saicos en un documental que salió a principios
del 2011, llamado “Saicomanía.”
Siendo así, en
esta década, cuando por fin se les reconoce a los Saicos por su mérito de haber
hecho proto-punk 10 años antes de su nacimiento, por hacerlo en español en
lugar de la “salida fácil comercial” de cantar puro en inglés, y por tocar sus
propias canciones en lugar de dar vueltas y vueltas con el mismo repertorio de
covers de siempre, cosa que he visto hasta en bandas locales de “gran renombre”
de mi ciudad.
Es por estas
razones: su vanguardia, su negativa a tocar canciones de otros, su fidelidad a
cantar en español en una época de puro “copia y pega de los gringos o los
británicos”, su rabia, su energía y su carisma, y sobre todo su “suprema
eficacia” ¿Cómo es este último punto? A continuación me explico: con sólo 12 canciones grabadas, son una banda de culto, no sólo en Perú, sino en
Sudamérica, siendo sus canciones interpretadas por artistas y bandas como La
Ira de Dios, los Stevios, Franz Ferdinand, Mon Laferte, y Café Tacvba.
Así que esta es
sólo una más de las razones para admirar las cosas buenas de un país hermano
del mío, un país Latinoamericano como el mío, y por lo que este dueto
sobreviviente, más los fantasmas del Chino Carpio y Pancho Guevara, bien pueden
subirse (si quieren) a un escenario y decir “Nosotros somos los Saicos: ¡Orgullosamente
del Perú!”
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