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Aclaración: Este libro ES UNA UCRONÍA (Subgénero de la ciencia ficción). Se caracteriza por el hecho de que el argumento se da en un mundo distinto al nuestro, por el simple hecho de que un punto en el pasado fue ligeramente distinto a nuestra línea temporal actual, y ese simple hecho, cual efecto Mariposa, cambió todo nuestro mundo actual.
Significa que una historia Ucrónica se basa en el “¿Qué hubiera pasado si…?” como si un solo acontecimiento en la historia hubiera cambiado para siempre el devenir de los sucesos, causando que el mundo actual fuera tan diferente, sólamente por un solo punto de divergencia.
Bajo el Imperio Romano, todas las tierras alrededor del Mediterráneo estaban unificadas y en paz, pero eso no quiere decir que los habitantes del Imperio no combatieran entre sí: pero sus combates no siempre fueron violentos, sino muchas veces religiosos, pues un Imperio unido necesitaba una religión unida…
Las religiones que combatieron fueron las siguientes:
la religión pagana Capitolina (religión Romana),
la religión Olímpica (religión Griega),
el culto a Isis (religión Egipcia),
el Mitraismo (religión Persa),
el culto a El Aga Baal (religión Siro-Fenicia),
el Judaísmo (religión monoteísta de Jerusalem)
y el gnosticismo, que era una religión resultado del trauma social causado por tantas guerras pasadas, cargadas de muerte, violaciones y destrucción, y que para justificar todo su pesimismo y negatividad se valió de mezclar ideas de todas las otras religiones mencionadas anteriormente.
Todas estas religiones compitieron entre si y se desgastaron durante los primeros tres siglos del Imperio Romano, sin embargo una nueva religión, derivada de un maestro Judío llamado Jesús de Nazaret El Cristo, considerada esta religión una “herejía” por los Judíos más conservadores, se fue abriendo paso lentamente entre las luchas de las otras religiones, tomando (como el gnosticismo) muchos aspectos de las otras religiones que más le convenían para fortalecerse.
De entre todas las religiones finalmente triunfó el Cristianismo, y poco a poco con el apoyo de los conversos Emperadores Romanos comenzó a anular a las otras religiones, consideradas engaños del ser maligno llamado Satanás el Diablo.
En ese tiempo el Imperio Romano se dividió en dos para facilitar su administración: el Imperio Occidental, con capital en Roma, y el Imperio Oriental, con capital en Nea Roma, nombre Latino de la Griega Bizancio, aunque después fue llamada Constantinopla.
Allí, tanto en Roma como en Constantinopla los sacerdotes Cristianos tuvieron sedes muy importantes llamados Obispados, pero también tuvieron Obispados Importantes en el resto de las ciudades Romanas: el Obispado de Jerusalem, la antigua capital Cristiana por excelencia, luego el Obispado de Antioquía de Siria, la primera ciudad donde los seguidores de Jesús El Cristo fueron llamados Cristianos, el Obispado Egipcio de Alejandría, cuna de los más grandes teólogos Cristianos tempranos...
y el Obispado de Hipona, donde San Agustín, un exgnóstico y Cristiano converso, aportó muchos dogmas gnósticos al Cristianismo medieval.
Este capítulo es parte del libro: Síntesis de la Historia de Ef.Pi.C.
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