Palabras
clave: Pedro Infante, Pedro Infante Cruz, Pedro Infante: El Ídolo de México, Álbum, Música, Reseña, Música Ranchera, Mariachi, Chachachá, Chachacha, Bolero, Huapango, Balada, Norteña, Premio, Premio GS, Cultura, el álbum del año, el disco del año, el artista del año, el mejor álbum, el mejor disco.
La tarde del domingo del 14 de Abril de
1957, el señor Nassim Joaquín Ibarra, gerente del centro comercial Joaquín, en
Cozumel, empresario y padre del exgobernador de Quintana Roo Pedro Joaquín
Coldwell recibió un mensaje de su secretaria, que le mandó un amigo suyo,
oriundo de Sinaloa:
“¿Sabes qué? Ya no viajé a la ciudad de
México: te espero en tu casa para comer filete.”
¿El nombre del amigo Sinaloense que le dejó
el recado? Pedro Infante Cruz.
Esa misma noche, la pasó con sus amigos
cantando dos de sus temas preferidos: “Tú y las nubes” (lista para su próxima
película cómica sobre aviación e infidelidades llamada “Ando volando bajo”) y “Camino
de Guanajuato” de José Alfredo, enfatizando mucho en la frase: “La vida no vale
nada.”
Al amanecer del lunes 15 de Abril, Pedro
cruzó a toda velocidad la ciudad de Mérida a bordo de su moto Harley Davidson,
en la que era un maestro para hacer algunas acrobacias. Se dice que tenía mucha
prisa y por poco se estrella, pero no… aún no le llegaba su hora: tenía un
asunto personal que atender y ni la muerte lo detendría… al menos en ese
momento.
Su presencia como piloto de aquel vuelo de
la empresa Tamsa no estaba programada, pero aun así el piloto del viejo
bombardero de la segunda guerra mundial, DC4 con matrícula XA-KUN, el piloto
Víctor Manuel Vidal le permitió tomar el lugar de copiloto.
Así pues, Pedro Infante, conocido entre sus
compañeros aviadores como “Capitán Cruz” pidió instrucciones a la torre de
control para despegar. Con el cielo totalmente despejado, calcularon que el
viaje duraría poco más de dos horas.
Despegaron pues a las 7:40 am, de aquel
avión medio viejo, que ya una vez había sufrido un desperfecto en pleno vuelo.
Despegaron a toda velocidad, pero no pudieron ganar altura, pues otro
desperfecto se hizo evidente: los barrios aledaños de aquel Aeropuerto
escucharon el ruido de los motores del avión, inusualmente más fuerte y
ensordecedor, por lo que salieron a ver a un avión que iba descendiendo
paulatinamente.
Cuando el fuselaje rozó un árbol, el
combustible comenzó a salir en llamas, y en pocos segundos las llamas se
esparcieron debido al combustible y a la fricción del aire. Así pues, el
combustible comenzó a ser consumido en segundo, y el avión no podía aterrizar
en forma, sino que ya estaba cayendo: era imposible intentar el aterrizaje.
El movimiento de la carga del avión
(incluyendo contrabando que metió el socio mayoritario de la Empresa Tamsa y
hermano de Antonio Matouk, representante del ídolo de Guamuchil) causó un
desequilibrio que lo hizo girar sobre sí mismo cayendo al revés y culminando el
accidente con una explosión mortal.
Aquel fatídico accidente ocurrió a las 7:45
de la mañana. Se dio en el patio de una tienda que daba a la calle 54 sur y 87
de la ciudad de Mérida Yucatán. El combustible que saltó y se derramó estaba en
llamas, e incendió todo a su paso, quemando a la tienda e inclusive más allá, a
la calle frente a ella, donde varios peatones murieron quemados.
Inclusive una joven de 18 años llamada Ana
Ruth Rosel Chan se quemó y estuvo agonizando unos minutos, abrazando el cuerpo
calcinado y sin vida de su hijito Raúl (un verdadero “Torito”).
De este modo tan trágico y horrible murió
junto con todas aquellas víctimas (incluyendo a toda la tripulación del avión),
Pedro Infante Cruz, y quizás en sus últimos momentos le llegó a la mente una
profecía que le dijera una gitana hacía 10 años a él y a su mejor amiga y amor
platónico Blanca Estela Pavón “La chorreada”. En aquella profecía les dijo que
el final de ambos estaría envuelto en una bola de fuego. Dos años después
moriría Blanca Estela, y 8 años después le sucedió lo mismo a Pedro.
¿Sería esto lo que recordó en sus últimos
momentos? ¿O quizás sería la frase frecuente que se le escuchó decir
frecuentemente después de comprobar la veracidad de la profecía ante el féretro
de Blanca estela?
“Debe ser hermoso morir como los pájaros,
con las alas abiertas, con el viento a tus pies, el sol en tu rostro, las nubes
en el pecho, y yendo derechito hasta El Creador…”
Así murió pues un gran, talentoso,
carismático y querido artista –quizás el más querido de México- aquel Lunes 15
de Abril de 1957, dándose la trágica noticia a las 11:15 horas, al interrumpir
el programa del “Tío Polito” de Don Manuel Bernal para dar la trágica noticia,
causó una conmoción sin precedentes: no sólo en México, sino en varios países
de Latinoamérica ocurrieron decenas de suicidios al saberse la triste noticia,
y es que ya en esa época Pedro Infante era una estrella totalmente consagrada,
un gran actor, un galán del cine, mujeriego empedernido, millonario humilde,
atleta, piloto aviador, motociclista, cantante y persona que en la cumbre de su
carrera nunca olvido sus modestos orígenes y siempre se definió a su mismo como
uno de tantos hijos del pueblo.
Pero este vez me toca hablar de una pequeña
parte de su faceta como cantante e intérprete, una parte que podríamos llamarla
compendio, pues después de su muerte se realizaron mil y un compendios,
homenajes, recopilatorios, álbumes de éxitos, etc… siendo el primero de estos
el álbum que nos toca reseñar y premiar: Pedro Infante: el Ídolo de México
(1958).
Abre el álbum con un toque de trompeta
fúnebre, y comienza a escucharse la voz de Miguel Aceves Mejía:
“De allá del monte, del sufrimiento…
llorando viene ¡Llorando el viento! Va cabalgando sobre la pena de ir
anunciando que Pedro ha muerto…”
Así abre un triste vals ranchero o
“tundata”, acompañado por un triste mariachi. Así es como abre este álbum homenaje,
el primero de gran duración de todos, el primer disco doble. De pronto se
interrumpe el mariachi para entrar una sección con tambora, donde dice un par
de versos el amo del falsete:
“En Mazatlán y Guamuchil,
El cielo se vistió de rojo,
Y el pueblo llora el despojo,
Del pregonero de sus pregones.”
Luego vuelven al “Tundata” triste de mariachi
y termina con una voz fuerte pero quebrada del amo del falsete. Así abre este
álbum doble: abre de luto.
Comienzan a sonar un acordeón y un bajo
sexto, una canción norteña, y son los legendarios Alegres de Teran, que ahorita
de alegres no tienen nada: están cantando el corrido de la muerte de Pedro
Infante: hasta sus voces se escuchan algo apagadas, tristes, aunque no dejan de
tener esa cadencia a dos voces tan tradicional de la música norteña.
Suena otra vez el toque fúnebre de
trompeta, pero la voz inconfundible en este caso es del Rey, del Rey compositor
José Alfredo Jiménez. Le compuso esta despedida llamada “Adiós a Pedro
Infante”. En el crescendo y el coro suenan las voces de las hermanas Huerta,
con esos habituales “gallos” falseteados hechos a propósito para hacer esa voz
tan folclórica, que confieso que rápidamente me cansan, pero el resultado final
es otra canción triste y muy sentida.
Un requinto comienza a abrir un precioso
bolero, toca el turno pues de Los Panchos, pues en esta versión de lujo del
Álbum se incluyó también esta magnífica interpretación de “Amorcito Corazón” la
que quizás es la canción más famosa y emblemática del Ídolo de Guamúchil. Las
voces tan melodiosas -como ni siquiera logran emular más de un intérprete de
mariachi, con contadas y honrosísimas excepciones- dan un toque de dulzura
bohemia: el álbum con estas 4 canciones ya está demostrando ser todo un
referente musical por sí mismo.
Por tercera vez suena un toque fúnebre de
trompetas ¿Pero quién canta? una voz demasiado familiar, ¿Quién es? Es la misma
canción del inicio “A Pedro Infante” ¡¿Cómo es que la canta el mismo Pedro
Infante?! Pues porque es su hermano, Ángel Infante quién está cantando, aunque
con un final diferente al de la versión de Miguel Aceves Mejía, un final más
triste, y es que esta canción, (compuesta por el increíble Rubén Fuentes) fue
grabada solamente una semana después de la muerte de su hermano.
Este final pues es aún mucho más triste, no
sólo por el cambio de tonos hacia algo más triste, sino también por el hecho de
saber quién y cuándo la grabó.
Entonces cuando estamos más decaídos por el
tono lúgubre y depresivo del álbum, continúa el lado B del primer disco, y con
el abren las mañanitas, con unos bonitos versos de Pedro Infante, mientras que
el mismo comienza a cantar… así es: a partir de esta canción es la misma voz
del Sinaloense la que se encarga de continuar el Álbum, pues además de ser un
Álbum homenaje de los otros artistas mencionados, no hay que olvidar que es un
disco doble recopilatorio de las canciones más representativas de Infante ¿Y
cuáles son estas canciones?
“Allá en el rancho grande” es una de ellas,
y se agradece que esta aparezca inmediatamente después de las mañanitas, pues
con estas dos se termina de contrarrestar el depresivo inicio del álbum.
Con clarinetes, violines, y piano abre otra
de las canciones más representativas, y junto con las otras dos, forman
fácilmente tres de las 10 canciones más características de México ¿A cuál me
refiero? Me refiero por supuesto a “Cielito Lindo”.
Continúa el Álbum con una canción de ritmo
de corrido, alegre también, llamada “El Ranchero”: en el momento de los coros
el ritmo cambia para convertirse en Huapango, terminando esta sección con un
redoble rasgueado en las guitarras, para volver nuevamente al ritmo corrido. Me
gusta que acompañen las estrofas con el violín en pichicato. Buena canción que
sigue aportando valor al álbum.
La introducción de la siguiente canción nos
indica que es de las 5 canciones más famosas de Pedro “¿Qué te ha dado esa mujer?”
Su voz tan melodiosa y educada hizo que este ídolo en cuestión esté rankeado
entre los 10 mejores cantantes Mexicanos de todos los tiempos: si en esta
canción no queda demostrado, entonces no sé cómo puede demostrarse.
Un grito Mariachero “Ultramexa” de Infante
abre la última canción del primer disco, esta es “El Muchacho Alegre” y con
esta termina de ser sepultado el tono triste del disco. Me gusta el hecho de
que en un mismo disco se le dé completamente la vuelta al tono inicial, pero
¿Qué más tiene para aportar este álbum? Hasta ahora tiene un 8 garantizado (a
menos que se vuelva monótono, aunque no creo) un muy buen álbum ¿Aportará algo
más este trabajo de Peerless? Vamos a ver ¡Que diga! A escuchar con
detenimiento y atención.
El segundo disco abre con otra de las 5 más
famosas del Ídolo de México, ¿Y cuál puede ser? Nada más y nada menos que la
cómica ´ufemia, es decir “Carta a Eufemia” que continúa con la faceta alegre de
Pedro, esta vez con una canción cómica. Está bien, que prosiga este tono
alegre, pero si el álbum sigue incluyendo canciones así, corre el riesgo de
volverse “más de lo mismo” y bajar la puntuación.
¡Parece que este trabajo musical escucha
mis pensamientos! Pues esta vez la segunda canción de este disco es un corrido en
vals “Tundatero”, Siete leguas, el caballo de Pancho Villa. ¡Bien por el álbum!
Comienza la siguiente rola con un charango…
¿O acaso es un ukulele? Acompañado de los tonos más agudos de un arpa, que nos
indican que esta es una canción Infantil, para los niños más pequeños ¡Así es!
Pedro Cantaba desde corridos, Chachachá, baladas, boleros, canciones de
borrachos, hasta música infantil. ¿Pero a que canción me refiero? A “Osito
Carpintero”, bonita canción de una de las facetas menos conocidas del Mexicano.
Sigue un bolero hermoso, pero triste, otra
de las 5 más emblemáticas de Infante ¿Cuál es esta? Por supuesto, estoy
hablando de “Cien años”. A estas alturas este álbum doble ha subido su
puntuación, de 8 a 9, ¡Ya ha alcanzado la excelencia!
Un ritmo de Chachachá cambia por completo
el tono del álbum para aportar más variedad, toca pues el turno de “Nana
Pancha” ¿Qué puedo decir? ¡Me encanta la variedad de este recopilatorio!
Un poema cantado del maestro Venezolano
Eloy Blanco termina este lado del disco:
“Pintor nacido en mi tierra, con el pincel
extranjero, pincel que sigues el rumbo, de tantos pintores viejos, aunque La
Vírgen sea blanca: píntame angelitos negros…”
“Angelitos Negros” una de las mejores
canciones de Pedro ¿Cómo no podía ser incluida aquí?
Me encanta que cada parte, cada lado de
estos discos termina por sorprender, y por elevar cada vez más y más el valor
de este trabajo recopilatorio ¡Y es que desde las mañanitas hasta aquí se va
explicando toda la grandeza de Pedro Infante Cruz! se va explicando sin palabras
habladas, más bien cantadas, en la propia voz del ídolo de México.
La cara B del último disco de este álbum
abre ¿Cómo no? Con otra canción cómica, “Mi chorro de voz”. Es notorio como en
esta canción Pedro finge tener una voz bien jodida, mediante el uso intencional
de gallos, voz reseca, toz y desafinaciones cómicas, para cumplir con el
propósito de la canción “Yo tenía un chorro de voz, yo me daba mi paquete
¡Riyatizona cual firmamento!” (o como chingados se escriba eso jajaja) “Pero
del chorro de voz sólo me quedó el chisguete…”
“Bésame… Bésame mucho… Each time i cling to your kiss
I hear music divine…” ¡Ah cabrón! ¿Cómo está
eso? Pues así es, también “Peter Child” llegó a cantar en inglés al más puro
estilo baladesco de las Big Bands gringas.
Continúa el álbum con una introducción
elegante y fuerte de huapango, usando las trompetas, para volverse un huapango
más lento y “romántico”, entrando una voz melodiosa, preciosa canción la de
“Deja que salga la Luna”. En esta canción se luce Pedro en él falsete, que
aunque no es como Miguel Aceves Mejía para estos menesteres, aun así se
defiende. En definitiva esta es la canción más elegante del Sinaloense, pues él
fue tan grande como las canciones que le tocó interpretar... y aún más.
Otro huapango más veloz abre, y por
supuesto ¡Otra de las 5 más famosas que Pedro! Pero esta vez en colaboración
con el grandioso Jorge Negrete, me refiero por supuesto a “Jorge El Bueno,
Pedro El Malo” ¿Hace falta decir algo más sobre esta famosísima canción?
¿Cuáles son pues las cinco canciones más emblemáticas de Pedro Infante?
“Amorcito corazón” “Cien años” “Carta a Eufemia” “Jorge El Bueno, Pedro El
Malo” y “¿Que te ha dado esa mujer?”
Este otro huapango, en un tono mucho más
alegre, me encanta que la parte final del álbum sea esta canción llamada
“¡Maldita sea mi suerte!”. Me gusta por los cambios constantes de ritmo, que
pasan de huapango ha corrido, de corrido a tundata, y de tundata nuevamente a
huapango, para pasar al corrido, y al tundata. Es como si fuera una especie de
“Mariachi Progresivo” jajaja
“Zopilotes a volar, presumido el Gavilán,
la Paloma de San Juan lo puede desplumar, sólo quiero contemplar tus ojitos y
besar tu boquita sin igual, que me hace tanto Mal… dita sea mi suerte mi vida,
mi vida me la han robado….”
Me gusta como la canción no sólo juega con
los ritmos, sino también con la letra ¡Excelente canción! Con esta canción más las
cuatro anteriores a el álbum ha logrado el 10, así es ¡Ha alcanzado la
perfección en su espectro de géneros! ¿Qué más tiene para demostrar? ¿Qué más
necesitó demostrar Pedro Infante para constatar que fue el más grande artista
de la época de oro tanto del cine Mexicano como de la canción Mexicana? ¿Con
que seguirá demostrando? Con una canción más ¡Y que canción! Excelente final
directo
Unas trompetas militares abren una marcha
corrida en mariachi, una canción directa y con una actitud ruda de muchos
huevos:
“Camino a las alturas se ven los gavilanes,
se pierden en las nubes y se acercan al sol. Regresan pensativos mirando al
infinito… no saben si en la lucha alguno se quedó.
Según sus propias leyes aplican la
justicia. Poniendo por delante su noble corazón. Las garras afiladas ya prontas
al ataque esperan el momento para entrar en acción.
¡Vuelen vuelen gavilanes! ¡A pelear por la
razón! No es vergüenza ser bandido si se roba al que es ladrón. ¡Vuelen vuelen
gavilanes! ¡Y no dejen de pelear! Que la suerte de los pobres, en sus manos va
a quedar…”
¡Esos sí que son finales! ¡Finales con
huevos!
Y es por esto que todo el Álbum completo
demuestra por sí mismo ser merecedor de que se premie a la memoria de Pedro
Infante, dándole el premio SG a la excelencia musical.
Desde
El Cielo, o en el descanso que aguarda, ¡Felicidades Pedro Infante Cruz por tan
impresionante trayectoria! ¡Gracias por darle forma a las ilusiones de toda una
generación y aún a las siguientes!
¡Gracias
Pedro Infante!
¿Qué es la muerte más
hermosa,
El más bello fin?
Volando el ave se
despoja,
Se alista a morir,
Teniendo a tus pies al viento,
Y en tu rostro el
sol,
Con las nubes en el
pecho,
Yendo directo al
creador.
Así quiero morir cuando,
De partir llegue mi
hora,
No quiero que
agonizando,
Llegue la negra
sombra.
Esto dijo aquel grande,
Sin imaginar que
algún día,
En la plenitud de su
vida:
Partiría Pedro
Infante.
Álbum: Pedro
Infante: El Ídolo de México.
Género:
Ranchero, Mariachi, Norteño, Bolero, Chachachá, Huapango, Infantil, Balada.
Disco
1:
Lado A:
1.- A
Pedro Infante (versión de Miguel Aceves Mejía)
2.-
Corrido de Pedro Infante.
3.- Adiós
a Pedro Infante.
4.- Amorcito Corazón (Versión
del Trio “Los Panchos”).
5.- A mi hermano
Pedro (Versión de Ángel Infante).
Lado B:
6.- Las Mañanitas.
7.- Allá en el Rancho
Grande.
8.- Cielito Lindo.
9.- El Ranchero.
10.- ¿Qué te ha dado
esa mujer?
11.- El Muchacho
Alegre.
Disco 2:
“Lado C”:
12.- Carta a Eufemia.
13.- Siete Leguas.
14.- Osito
Carpintero.
15.- Cien Años.
16.- Nana Pancha.
17.- Angelitos
Negros.
“Lado D”:
18.- Mi Chorro de
Voz.
19.- Kiss Me.
20.- Deja que salga La
Luna.
21.- Jorge Bueno,
Pedro el Malo.
22.- Maldita sea mi
suerte.
23.- Los Gavilanes.
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